Muebles selectos- Judith San Quintín, anticuaria. Elegancia, determinación y cordialidad, tres ingredientes para el éxito de unas de las tiendas de muebles más ‘chic’ de Madrid
Vamos a conocer una tienda con piezas muy selectas, de la mano de Judith San Quintín. Ingeniero de Caminos que se transformó en anticuaria, gracias a su determinación. Una mujer inteligente, elegante, cordial y con un espíritu selecto… igual que el que destilan las piezas de una de las tiendas de muebles más ‘chic’ de Madrid.
Conocí a Judith hace algunos años. Un domingo, andaba merodeando por El Rastro y me topé con una tienda nueva: ‘Living Retro’. Un local lleno de muebles del siglo XX, divertidos, diferentes, muy singulares. Una tienda en la que también puedes encontrar ropa de segunda mano con la que brillar en una fiesta.
Entre todos estos tesoros estaba Judith. Una mujer elegante, que me sorprendió por su determinación y por la seguridad con la que te contaba la historia de cada pieza. Tenía todo el inventario en la cabeza.
Al tiempo, la tienda dobló en espacio, pero ella seguía teniendo cada detalle dentro de una cabeza que, por su manera de hablar, de atenderte y de mirar, ya intuí que estaba más que bien amueblada (nunca mejor dicho). Gracias al estudio de su letra a través de proceso de Grafointeriorismo, he podido constatar que lo que me dijo mi intuición, es una realidad.
Judith San Quintín ha seguido creciendo personal y profesionalmente. Es madre de 3 hijos, vallisoletana, Ingeniero de Caminos y como tal ejerció durante buena parte de su vida profesional, hasta que un día, se planteó dedicarse a una de sus pasiones: los muebles.
Hoy, además de la divertida tienda ‘Living Retro’ ubicada en El Rastro de Madrid, tiene esta otra que ves aquí, que lleva su nombre, en pleno Barrio de Salamanca. Un espacio que alberga objetos de los siglos XIX y XX, procedentes Inglaterra, Francia, Dinamarca, Italia, Portugal y España.
Te estarás preguntando qué es lo que hace que Judith escoja un objeto u otro; este mueble o aquél, después de recorrer muchos rincones del mundo. Porque una mujer elegante, delicada e inteligente no se conforma con cualquier cosa. Cada pieza tiene que ser como es ella. Porque su tienda es para mimar espíritus selectos, que quieren otorgar una segunda oportunidad a esa pieza que antes ha seleccionado Judith cuidadosamente.
Fíjate en la letra de Judith. Es clara, armoniosa, rítmica, bien dibujada sin ser caligráfica, porque ha ‘roto’ el patrón caligráfico sin perder la perspectiva de las lecciones aprendidas en casa: la educación, el saber estar, el trato amable y considerado con el otro.
De entrada, su letra nos dice que es una mujer inteligente, que va a lo esencial de las cosas. Es de ideas claras- tan clara y legible como es su letra- bien presionada sin exceso. Aquí encontramos su determinación. Judith sabe ‘imponer dulcemente’ su criterio. Sabe lo que quiere, sabe cómo llevarlo a cabo y camina sin prisa, pero sin pausa.
Si observamos la disposición del conjunto del texto, los márgenes y la firma sobre el papel, observamos que es una persona educada, correcta y considerada. Rasgos imprescindibles para un trabajo cara al público que requiere unas maneras, un saber estar, un saber explicar y escuchar. Recordemos que vende piezas exclusivas. La exclusividad pide exquisitez. La que tiene ella por naturaleza.
Su letra discurre sobre el papel inclinada a la derecha, con ritmo y espacio. Una inclinación que es casi constante. Nos habla de dos cosas: su cordialidad, fruto de su necesidad de tratar con los demás y su constancia. ¿Cómo podría tener dos tiendas abiertas en pleno crecimiento, si no fuera una persona determinada, constante y con una enorme fuerza de voluntad para enfrentarse a los vaivenes del mercado?
Si a estos rasgos le sumamos que los renglones no se apartan de la línea horizontal, y la firma en el centro, completamos el círculo. Judith es una mujer con los pies en la tierra, que se lanzó a un negocio tras reflexionar pros y contras de lo que supone abandonar una carrera profesional para emprender otro camino. Pero una vez tomada la decisión… constancia, mesura, acción.
Observa ahora el tamaño y la curvatura de su letra. Es más bien pequeña. Judith es detallista, minuciosa, intuitiva, aguda, crítica y autocrítica. Solo con un espíritu así puede viajar incansablemente hasta encontrar la pieza que busca para su tienda. Una pieza de autor. Un objeto diferente que puede encontrar en cualquier parte. En el atelier de un modista francés, en el despacho de un notario, en el tocador de una gran dama, en el salón de una casa.
¿Y este ‘ganchito’, tan característico que tiene en algunas de sus letras? Sensualidad refinada. La curva de la amabilidad íntima y coqueta… como pequeña y delicada lamparita.
Por si nos quedaba alguna duda de cómo es la personalidad de Judith, aquí tenemos su firma para constatar todo lo que su escritura nos ha dicho al oído. Letra igual que el texto, con su característico ‘ganchito’ en su inicial (en su yo) y centrada en el papel. Judith es una mujer auténtica, mesurada, coqueta, con un espíritu singular y con ritmo.
¿Todavía crees que podría dedicarse a otra profesión, o a otro tipo de mueble?