Grafointeriorismo con Grace Kelly, la dulce cautivadora
Grace kelly era elegante y guapa por naturaleza y también, bella por dentro, con una extraordinaria capacidad para las relaciones diplomáticas. Esta es la principal conclusión a la que hemos llegado tras analizar su letra, a través del proceso de Grafointeriorismo, con el que conocemos la verdadera manera de ser de cada persona. Grace Kelly era una mujer de convicciones y más reservada de lo que aparentaba, además de tener una gran fortaleza interior. Grafointeriorismo con Grace Kelly, la dulce cautivadora.
Grace Kelly fue una de las princesas pioneras del pasado siglo XX que dejó atrás su carrera profesional para dar un vuelco a su vida y formar parte de la realeza europea. Un ‘cuento de hadas’ que a finales de siglo se ha convertido en la tónica general de las Casas Reales del Viejo Continente. Por esta razón y por su exitosa- aunque corta- carrera cinematográfica- Grace Kelly sigue despertando la curiosidad y la admiración de muchas generaciones de mujeres. ¿Sabes que su traje de novia es uno de los más inspiradores de los trajes de novia actuales? Fíjate en el que llevó duquesa de Cambridge, Kate Middleton ¿Qué tenía Grace Kelly para seguir siendo tan atractiva a día de hoy? El análisis de su letra nos ha dado todas las claves. Vamos a verlo.
Lo primero que vemos en su escritura es que texto y firma coinciden y además, vemos que el trazo es mayoritariamente curvo, tanto dentro de la palabra como en la unión de unas letras con otras. Grace Kelly era una mujer de inteligencia clara. Se comportaba con claridad y rectitud de intenciones. Una manera de proceder que esperaba también de los demás y que acababa imponiendo a su alrededor ‘dulcemente’. Sus trazos eminentemente curvos revelan su gran capacidad de adaptación y su flexibilidad en su trato o de establecer una negociación.
Su movimientos suaves y conciliadores no excluían en absoluto su firmeza. Todo lo contrario. La presión que se aprecia en su escritura, neta y limpia, refuerzan lo que ya sabemos en cuanto a su claridad, firmeza y lucidez mental. Subraya su poder sugestivo para trasladar sus ideas- y su voluntad- a las personas que tenía a su alrededor.
Cabe recordar que, como princesa de Mónaco, logró que Mónaco se revitalizara, aumentando el número de turistas y de dinero, lo que hizo recuperar la economía monegasca. Además, en su papel de presidenta de la Cruz Roja, promovió una gala benéfica anual que obtuvo mucha relevancia y ayudó a la mejora del hospital así como de otras infraestructuras hospitalarias de Mónaco.
La presión que vemos en su escritura (fíjate que se transparenta el revés), demuestra que Grace Kelly era equilibrada, en cuyo carácter primaba razón sobre sentimiento. Un rasgo que se confirma en la rectitud de la dirección de sus líneas. Por tanto, podemos decir que Grace Kelly era lo que se dice en términos ingleses, una mujer ‘polite’. Con grandes dotes para la diplomacia, dado que era equilibrada, no se dejaba arrastras por pasiones que la mostraran vulnerable, pero con una extraordinaria capacidad para negociar, por su enorme amabilidad y por las dotes de paciencia y compostura que se aprecian en su letra. Además del orden de su escrito, que como se aprecia en la imagen, era muy correcto.
Otro rasgo que define la personalidad de Grace Kelly- y que, de nuevo, le otorga grandes capacidades para labores diplomáticas– es su reserva. La forma en la que cierra los ‘óvalos’ de sus letras ‘a’ y ‘o’ nos dice que era una mujer educada para ocultar sus sentimientos fuera de su entorno íntimo. Era introvertida, prudente y con una rica vida interior. Bastante cauta a la hora de abrir su corazón a desconocidos. Pero eso no le impedía ser siempre muy amable. Diplomacia, diplomacia, diplomacia.
Vamos con su firma. O mejor dicho, con ‘sus firmas’, puesto que contamos con su firma de su época de actriz y la posterior, como Princesa de Mónaco. Si te fijas, ambas son bastante parecidas. Podemos decir que Grace Kelly no cambió demasiado su manera de ser. En líneas generales, su letra se mantuvo curva (amable) y bien presionada (firme). Pero hay 3 rasgos dignos de atención.
Por un lado, la ‘G’ mayúscula de su nombre, que hace mucho más ‘inflada’ en su época de Princesa. No podemos decir que ‘se le subió a la cabeza’ pero sí que ella tomó conciencia de quién era y de su capacidad para hacer y deshacer desde esa atalaya. Fíjate que rubrica en su segunda época. Ella misma se puso un pedestal que no necesitaba en su vida de actriz. A Grace Kelly le gustaba que la reconocieran como Princesa, y reivindicó su posición, dentro y fuera de Mónaco.
Sin embargo, sí que cambió su letra ‘e’ minúscula. Pasó de una ‘e’ más tipográfica, a una ‘e’ más sencilla. Aquí vemos que evolucionó hacia una mayor sencillez en su trato y en su proceder, aunque, como decimos y podemos comprobar en diferentes autógrafos publicados, Grace kelly mantuvo su manera de ser a lo largo de su vida. Una personalidad que seguirá resultando atractiva para millones de mujeres de todo el mundo y que siguen copiando su traje de novia por generaciones.