Grafointeriorismo con Amancio Ortega, un buen samaritano en el siglo XXI
Curiosidad por ver cómo hacen las cosas los demás. Gusto por trabajar en equipo. Capacidad para delegar responsabilidades. Un punto inconformista, disciplinado, perseverante y precavido. Así dicen que es Amancio Ortega, uno de los hombres más relevantes del mundo que todo se lo debe a su inteligencia y a su esfuerzo. Denostado por los envidiosos que no aportan ideas, ni brío, ni dinero, y aplaudido por la inmensa mayoría. Pero, ¿Es realmente así? Vamos a descubrirlo. Grafointeriorismo con Amancio Ortega, un buen samaritano en el siglo XXI.
La firma de Amancio Ortega no me ha sorprendido. Un hombre que ha demostrado en más de una ocasión que es capaz de poner toda su influencia al servicio de los demás sin que nadie se lo pida no podía tener una firma enrevesada. Todo lo contrario, su firma habla de su sencillez, de su claridad y de su bonhomía. Admiro a Amancio Ortega, como a todo aquél que tiene una buena idea, y que de la nada, la hace crecer para su beneficio- por supuesto- y para el de millones de personas. En el caso del creador de Zara, sin esperar oropeles ni reconocimiento alguno.
Su rápida actuación durante la crisis del coronavirus ha sido una de tantas veces de las que pone su capacidad a la disposición de la salud de mucha gente. Ahí está la labor de la Fundación Amancio Ortega para quien la quiera ver. Y de paso, aprender.
Amancio Ortega sigue generando chorros de tinta, pero, sin duda, el análisis más certero de su personalidad es el que proporciona el estudio de su letra porque es el cerebro el que escribe en realidad y que utiliza nuestra mano para revelar todo lo que está en nuestra cabeza. Como es lo que hemos hecho en Grafointeriorismo. Un análisis del que hemos sacado 5 rasgos interesantes.
El primer rasgo es el de la claridad al que ya hemos hecho alusión. Se entienden todas y cada una de las letras por separado. Si además, añadimos que es una letra simplificada y ordenada, podemos decir que Amancio Ortega es un hombre que goza de rectitud de espíritu y de acción. Es un hombre afable y sencillo en su trato. Este rasgo se refuerza porque su letra mayúscula no destaca más de lo necesario por su condición de letra mayúscula. Algo muy ‘raro’ en una persona que ha llegado tan lejos. Carece de soberbia ni orgullo alguno.
El segundo- y más representativo-, es el de su letra decreciente o gladiolada como vemos en la imagen superior. Ello nos indica que tiene una gran capacidad de observación, con una inteligencia lógica y deductiva, capaz de llegar al fondo de las cosas y las personas. Amancio Ortega es un hombre curioso por conocer, sagaz, astuto y reflexivo. Y sobre todo, tiene una amplia capacidad para identificarse con los demás por el sentimiento. Un rasgo que se potencia aún más porque se aprecia que su letra ‘vibra’ sobre el papel, aunque no de forma excesiva, avanza con ritmo. Estamos ante un hombre que es capaz de combinar razón con sentimiento a partes iguales, sin perder la perspectiva de las cosas.
Hasta ahora, tenemos ante nosotros a un hombre sencillo, inteligente, muy sagaz y con capacidad de empatía con los demás. Esto no quiere decir que sea un hombre ‘blando’. Hay 2 rasgos que nos hablan de su energía. Se aprecia que su letra está bien presionada, de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha. Al mismo tiempo tiene el ‘rizo’ del apoyo pasional a sus ideas en la letra ‘a’ del final de su apellido, como vemos en la imagen superior. Amancio Ortega no es un hombre que le guste discutir y probablemente no le gusta la polémica. Pero tiene muy claras sus convicciones y sus ideas, y las defiende donde haga falta.
Vamos con el último rasgo, su rúbrica.
La rúbrica lleva la fama de ser un rasgo supérfluo pero dice muchas cosas de nosotros. En el caso de Amancio Ortega, vemos que se limita a una raya que subraya parte de su nombre y apellido. Si relacionamos este rasgo con el resto de los rasgos de su firma, que hemos visto que es clara y sencilla y sin adornos, entendemos que es un hombre que se remarca porque le gusta ser valorado en su justa medida, por sí mismo y por sus méritos. ¡Qué menos en una figura de esta relevancia! Una vez más, observamos que es respetuoso y que, aunque defiende con fuerza sus convicciones, no ‘choca’ con el otro. Vemos que la rúbrica no interfiere para nada con la letra ‘g’. Una cosa es querer que le consideren a uno, y otra imponerse por la fuerza o avasallar, elementos que no se aprecian de ningún modo.
Así pues, hemos confirmado lo que nos barruntábamos al principio. Amancio Ortega es un hombre con gran curiosidad por aprender el engranaje de las cosas y el proceder de las personas. Es perseverante sin avasallar y tiene ese punto inconformista muy saludable en la vida de cualquiera. Está claro que se puede triunfar trabajando desde abajo, con sencillez y sin perder de vista que hay mucha gente en el mundo al que uno puede ayudar desde posiciones de poder. Sin pedir nada a cambio. Amancio Ortega es un buen samaritano en pleno siglo XXI.
Aquí tienes el vídeo con todo el análisis completo.
Mira nuestra propuesta decorativa para una mesa de celebración, una cocina y un salón que van bien de acuerdo a la personalidad que hemos descubierto de Amancio Ortega: